Escherichia coli productor de toxina Shiga (STEC) es un importante patógeno emergente transmitido por alimentos y asociado a brotes de diarrea, colitis hemorrágica, síndrome urémico hemolítico (SUH), púrpura trombótica trombocitopénica y ocasionalmente trastornos del sistema nervioso central.
Los niños son más vulnerables a la infección por este microorganismo, presentando mayor incidencia de infecciones sintomáticas por STEC y alto riesgo de evolución a SUH.
El SUH es endémico en nuestro país, siendo la primer causa de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica; es responsable a su vez del 20% de los transplantes renales en niños y adolescentes. Se producen alrededor de 300 a 400 casos nuevos por año.
Escherichia coli O157:H7 es el serotipo más frecuentemente aislado y al que se le atribuyen la mayoría de los grandes brotes.
Es importante destacar que el SUH se produce principalmente por la producción de toxinas por distintos serotipos de Escherichia coli, por lo que es necesaria la detección de los mismos para poder establecer que se trata realmente de una cepa de Escherichia coli O157 o NO-O157 productora de toxinas.
Debemos tener en cuenta también que la dosis infectiva para contraer la enfermedad es muy baja, 10-100 bacterias y que es habitual la transmisión persona- persona por contaminación feco-oral, por lo cual es necesario el estudio de todos los contactos y personas convivientes del paciente con diagnóstico de diarrea producida por STEC. La portación de STEC puede mantenerse por días a meses y ser asintomático, por lo que es necesaria su detección rápida y temprana.
La técnica de mayor importancia para asegurar que se trata de STEC y poder comunicar en forma más rápida y certera, es la PCR (Reacción en cadena de la polimerasa). Esta técnica permite también aseverar el diagnóstico en casos de tratamiento antibiótico previo, y cuando el inóculo bacteriano en la muestra clínica es tan bajo que no permite su detección por los medios de cultivo habituales.
Las muestras son procesadas por el personal del servicio de Bacteriología del Hospital de Niños y el material genético es estudiado y analizado en el Laboratorio de Biología Molecular del Laboratorio Central.
Por consultas comunicarse con la Dra. Gabriela Granados, Servicio de Bacteriología del Hospital de Niños.
Los niños son más vulnerables a la infección por este microorganismo, presentando mayor incidencia de infecciones sintomáticas por STEC y alto riesgo de evolución a SUH.
El SUH es endémico en nuestro país, siendo la primer causa de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica; es responsable a su vez del 20% de los transplantes renales en niños y adolescentes. Se producen alrededor de 300 a 400 casos nuevos por año.
Escherichia coli O157:H7 es el serotipo más frecuentemente aislado y al que se le atribuyen la mayoría de los grandes brotes.
Es importante destacar que el SUH se produce principalmente por la producción de toxinas por distintos serotipos de Escherichia coli, por lo que es necesaria la detección de los mismos para poder establecer que se trata realmente de una cepa de Escherichia coli O157 o NO-O157 productora de toxinas.
Debemos tener en cuenta también que la dosis infectiva para contraer la enfermedad es muy baja, 10-100 bacterias y que es habitual la transmisión persona- persona por contaminación feco-oral, por lo cual es necesario el estudio de todos los contactos y personas convivientes del paciente con diagnóstico de diarrea producida por STEC. La portación de STEC puede mantenerse por días a meses y ser asintomático, por lo que es necesaria su detección rápida y temprana.
La técnica de mayor importancia para asegurar que se trata de STEC y poder comunicar en forma más rápida y certera, es la PCR (Reacción en cadena de la polimerasa). Esta técnica permite también aseverar el diagnóstico en casos de tratamiento antibiótico previo, y cuando el inóculo bacteriano en la muestra clínica es tan bajo que no permite su detección por los medios de cultivo habituales.
Las muestras son procesadas por el personal del servicio de Bacteriología del Hospital de Niños y el material genético es estudiado y analizado en el Laboratorio de Biología Molecular del Laboratorio Central.
Por consultas comunicarse con la Dra. Gabriela Granados, Servicio de Bacteriología del Hospital de Niños.